Un corazón agradecido es un corazón feliz
La palabra “gratitud” apareció por primera vez a mediados del siglo XV. Adaptada de la palabra latina gratitudinem, que significa “agradecimiento”, la gratitud llegó a expresar el aprecio profundo y recíproco por la amabilidad recibida.
Cuando los cristianos hablan de cómo parecerse más a Jesús, surgen muchas disciplinas, como la oración, la lectura de la Biblia y la comunidad. Lo que no se menciona lo suficiente -y podría tener un impacto mayor del que imaginamos- es el desarrollo de una actitud de gratitud.
“El Señor es mi pastor; nada me falta. En verdes praderas me hace descansar. Me conduce junto a aguas tranquilas. El restaura mi alma. Me conduce por senderos de justicia por amor a su nombre. Aunque camine por el valle de la sombra de la muerte, no temeré ningún mal, porque tú estás conmigo; tu vara y tu cayado me confortan. Preparas una mesa ante mí en presencia de mis enemigos; unges mi cabeza con aceite; mi copa rebosa. Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y habitaré en la casa del Señor para siempre.”
Cita de un corazón agradecido
Tenía a mis hijos en mente cuando empecé este post, pero honestamente, creo que yo misma necesito que me recuerden las historias bíblicas sobre la gratitud. Es tan fácil quedar atrapada en la locura de mi día que no me detengo a reflexionar con suficiente frecuencia sobre las cosas buenas de mi vida. Entonces, ¿qué dice la Biblia sobre la gratitud? Comencemos con algunas historias bíblicas sobre el agradecimiento.
Mientras se dirigía a Jerusalén, pasó por medio de Samaria y Galilea. 12 Al entrar en una aldea, le salieron al encuentro diez hombres leprosos, que estaban de pie a lo lejos. 13 Y alzando la voz dijeron: “¡Jesús, Maestro, ten piedad de nosotros!”
17 Respondiendo Jesús, dijo: “¿No son diez los que han quedado limpios? Pero, ¿dónde están los nueve? 18 ¿No se encontró ninguno que volviera a dar gloria a Dios, excepto este extranjero?” 19 Y le dijo: “Levántate y vete. Tu fe te ha curado”. (Lucas 17:11-19 LBLA)
La lepra era una enfermedad terrible que afectaba la piel y los nervios. Era muy contagiosa, por lo que los que la contraían se veían obligados a alejarse de la población general y a vivir en pequeñas “colonias de leprosos”.
Un verso de corazón agradecido
Y no sólo eso, también hay pruebas científicas de que expresar una gratitud genuina a diario puede mejorar la salud física al mejorar la calidad del sueño, la salud cardiovascular (del corazón) y la función inmunitaria.
La gratitud fomenta el optimismo y nos ayuda a desarrollar una perspectiva más positiva. Nos permite detenernos un momento para reflexionar sobre algo que tenemos en nuestra vida en este momento en lugar de esforzarnos siempre por conseguir más… el próximo objetivo, el nuevo vestido, el nuevo juguete, el nuevo coche o la renovación de la casa…
En su libro clásico, Cómo ganar amigos e influir en la gente, Dale Carnegie escribió sobre el valor de sonreír a la gente y ayudar a los demás a sentirse importantes y valorados. Sugirió que hay que mostrar a la gente lo mucho que la aprecias y estar agradecido por lo que hace y por las contribuciones que hace.
(Siempre me sorprende cuando sonríes a alguien que te conoce y sin embargo mira hacia otro lado y finge no reconocerte… ¡simplemente para no tener que hacer el esfuerzo de devolverte la sonrisa! Mi sugerencia es que sonrías de todos modos, ya que te sientes fabuloso y a la mayoría de la gente también le gusta).
Corazón agradecido a Dios
La gratitud es un tema candente estos días dentro y fuera de los círculos cristianos. Pero los significados de la gratitud y el agradecimiento, tal como se utilizan en las Escrituras, son un poco más matizados y complejos que la forma en que la cultura estadounidense los entiende. Como cristiano, es importante tener una sólida comprensión del agradecimiento y la gratitud en la Biblia. Y una vez que tengas una base firme en la verdad, puedes participar en una forma más profunda y que honra a Dios de vivir el agradecimiento y la gratitud como lo describen las escrituras.A medida que persigas el crecimiento en esta área de tu vida, encontrarás que elegir tener un corazón de gratitud no sólo honra a Dios sino que te bendice. Las personas agradecidas experimentan más alegría en la vida y es más agradable estar cerca de ellas. Pero ser agradecido no es fácil. La gratitud no es natural, debe ser cultivada. A continuación vamos a profundizar en lo que dicen las Escrituras, las implicaciones, y te daremos consejos prácticos sobre cómo aplicar lo que has aprendido en las Escrituras a la vida práctica. Contenido hide1
