¿Quién tiene mejor visión periférica?

¿Quién tiene mejor visión periférica?

Percepción del género

El mundo de la música se vio sacudido brevemente esta semana cuando el guitarrista principal de la banda de rock U2, Dave ‘the Edge’ Evans, se cayó literalmente del borde del escenario durante una actuación con las entradas agotadas en Vancouver. Afortunadamente, Dave sobrevivió a la caída lo suficientemente intacto como para bromear sobre ella más tarde. Esto me hizo preguntarme qué puede haber provocado la caída. Una posible explicación es científica.

Las células de los bastones (o varillas), células fotorreceptoras concentradas en los bordes exteriores de la retina, en la parte posterior del globo ocular, son sensibles a la luz tenue y se encargan casi por completo de la visión periférica y/o de la visión nocturna.

El ojo es una prolongación del cerebro. La retina, situada en la parte posterior de cada globo ocular, contiene unos noventa millones de células en forma de varilla que se encargan de la visión con luz tenue, incluida la visión periférica y/o la visión nocturna. Quizá le sorprenda, pero la mayoría de los hombres tienen menos visión periférica que la mayoría de las mujeres. Esto se debe a que los hombres tienen menos células en forma de bastón que las mujeres en la parte posterior del globo ocular. De hecho, las mujeres son tan sensibles a la luz tenue que la luz fuerte les resulta estresante, incluso dolorosa. Por eso hay más mujeres que hombres que llevan gafas de sol. Por el contrario, la mayoría de los hombres se sienten cómodos con la luz intensa, ya que les evita tener que recurrir a su débil visión periférica.

Diferencias de género

Los autores no trabajan, consultan, poseen acciones ni reciben financiación de ninguna empresa u organización que pueda beneficiarse de este artículo, y no han revelado ninguna afiliación relevante más allá de su nombramiento académico.

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Desde los búhos hasta las mariposas y los monos, hay muchos ejemplos en los que la parte visual del cerebro ha evolucionado para dedicar más recursos a tareas especialmente importantes para una especie. Los animales nocturnos, como los búhos, tienen una visión nocturna mejorada a costa de una buena visión del color, por ejemplo. Este tipo de compensación es importante porque tener un cerebro más grande tiene un coste para los animales. Un cerebro grande es pesado, para empezar, y también requiere alimentación. El consumo de energía del cerebro humano supera al de cualquier otro órgano, incluido el corazón.

La mayor parte de la investigación sobre la visión se ha concentrado en la pequeña parte central de nuestro campo visual. Esta es la parte en la que vemos mejor; la parte que su optometrista comprueba con la tabla de letras. Y es realmente muy pequeña. Mantenga su puño directamente frente a usted a la distancia de un brazo: esa es el área de la que estamos hablando. La visión fuera de esta zona central es bastante menos nítida. La evolución ha dado lugar a una solución elegante. La visión es lo suficientemente buena en la periferia como para atraer tu atención hacia un objeto. Para explorarlo con mayor resolución, puede entonces mirarlo directamente si lo desea.

Diferencia de género en la visión periférica

Este éxito evolutivo atestigua la importancia del procesamiento visual del movimiento, y por qué puede haber regiones especializadas del cerebro dedicadas específicamente a esta función, dicen los investigadores.    Para arrojar luz sobre cómo responden las neuronas en estas regiones, los investigadores pueden buscar pequeñas diferencias en la percepción del movimiento entre grupos de personas.

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El estudio, en el que participaron más de 250 hombres y mujeres adultos, muestra que tanto los hombres como las mujeres son buenos a la hora de informar si las barras blancas y negras de una pantalla se mueven hacia la izquierda o hacia la derecha, necesitando sólo una décima de segundo y a menudo mucho menos para acertar. Sin embargo, en comparación con los hombres, las mujeres tardaban regularmente entre un 25 y un 75 por ciento más.

Los investigadores afirman que la percepción más rápida del movimiento por parte de los hombres no refleja necesariamente un “mejor” procesamiento visual. Señalan que se ha observado un procesamiento más rápido del movimiento en individuos diagnosticados de trastorno del espectro autista (TEA), depresión y en personas mayores. Estos tres trastornos se han relacionado con alteraciones en la capacidad del cerebro para “frenar” la actividad neuronal. Los autores especulan que este proceso de regulación también puede ser más débil en el cerebro masculino, lo que permite a los hombres procesar el movimiento visual más rápidamente que las mujeres.

Estudiar el atractivo

¿A qué se debe la diferencia de género en la visión? La razón, según los investigadores, reside en las diferencias entre los centros visuales de cada sexo. Los hombres tienen un 25% más de receptores de testosterona que las mujeres en sus córtex visuales, donde se procesan las imágenes. Como resultado, sus sistemas visuales son más capaces que los de las mujeres de percibir los cambios de luminosidad en el espacio, como por ejemplo reconocer rostros o leer letras de una carta ocular.

Esto se debe a que la visión del color depende de tres tipos de conos, dos de los cuales se encuentran en el cromosoma X: los conos L, que son más sensibles a las longitudes de onda más largas de la luz, y los conos S, a las longitudes de onda más cortas. Los terceros conos, los M, son sensibles a las longitudes de onda medias.

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“En la mayor parte del espectro visible, los hombres necesitan una longitud de onda ligeramente mayor que las mujeres para experimentar el mismo tono”, concluyen los investigadores de dos escuelas de la City University of New York en su estudio, publicado el 4 de septiembre en Biology of Sex Differences.

En declaraciones a GEN a principios de este mes, el autor correspondiente del estudio, el doctor Israel Abramov, profesor de psicología en las universidades de Brooklyn y Hunter, dijo que no podía aventurar qué relación, si es que había alguna, podrían tener las diferencias de visión entre los sexos con las diferencias de intereses entre hombres y mujeres, como la práctica de más deportes de contacto o trabajos de precisión por parte de los hombres, y de más disciplinas estéticas o creativas por parte de las mujeres.