Vivo en el pasado
¿Pasa usted mucho tiempo recordando el pasado? Si la respuesta es sí, está bien. Pensar con cariño en el pasado y recordar cómo eran las cosas no es algo malo hasta que lo es. Hay una diferencia entre pensar en el pasado y vivir en él. A veces vivimos en el pasado porque nos resulta familiar: sabemos lo que pasó, no hay sorpresas. Piensa en por qué ves las reposiciones de tus viejas comedias favoritas una y otra vez. Esto es lo que ocurre cuando vivimos en el pasado. Elegimos vivir allí porque nos resulta familiar. Conocemos todo lo que pasó. Cuando el pasado fue realmente bueno, puedes vivir allí porque el simple hecho de pensar en él te da una sensación de comodidad y felicidad. Publicidad
Pasé ocho años en el ejército y estoy orgulloso de haber servido a mi país. Tengo un amigo que también sirvió y, aunque lleva muchos, muchos años separado del ejército, sigue viviendo allí. Cada historia que cuenta tiene que ver con sus días en el ejército; cada situación o escenario que está ocurriendo actualmente se compara con los “buenos tiempos” estando en el servicio. Piensa en el tipo de mediana edad que conoces y que siempre habla de sus días como jugador de fútbol en el instituto; la madre con tres hijos que habla incesantemente de sus días como gimnasta en la universidad; la ejecutiva jubilada que revive una y otra vez sus días como jefa de una empresa de la lista Fortune 500. ¿Estás viviendo en el pasado? Puedes hacerte las siguientes preguntas para ayudarte a descubrirlo:1. ¿Hay algún periodo concreto del pasado al que te aferres? 2. ¿Sientes que nunca volverás a alcanzar ese nivel de felicidad/estado/satisfacción/aceptación/etc.? 3. ¿Se siente frustrado con el lugar en el que se encuentra actualmente en la vida? 4. ¿Tienes miedo del futuro? 5. ¿Pensar en el pasado te entristece? Si te das cuenta de que te aferras a un periodo concreto de tu pasado porque no sientes que haya nada en el presente o en el futuro que pueda ser mejor, y si pensar en el pasado de esa manera te entristece, es posible que estés atascado en el pasado.Anuncio
Comentarios
Este artículo ha sido redactado por Annie Lin, MBA. Annie Lin es la fundadora de New York Life Coaching, un servicio de coaching vital y profesional con sede en Manhattan. Su enfoque holístico, que combina elementos de las tradiciones de sabiduría orientales y occidentales, la ha convertido en una coach personal muy solicitada. El trabajo de Annie ha aparecido en la revista Elle, NBC News, New York Magazine y BBC World News. Tiene un MBA por la Universidad de Oxford Brookes. Annie es también la fundadora del New York Life Coaching Institute, que ofrece un completo programa de certificación de coaching personal. Más información: https://newyorklifecoaching.com
Pensar en el pasado o centrarse en el futuro puede hacer que pierdas de vista tu vida actual. Esto puede hacer que tu vida pase rápidamente sin disfrutar del presente. Si te encuentras con que te centras demasiado en acontecimientos o traumas del pasado, o te preocupas por el futuro, hay algunos métodos que pueden ayudarte a aprender a vivir el presente.
Este artículo ha sido redactado por Annie Lin, MBA. Annie Lin es la fundadora de New York Life Coaching, un servicio de coaching vital y profesional con sede en Manhattan. Su enfoque holístico, que combina elementos de las tradiciones de sabiduría orientales y occidentales, la ha convertido en una coach personal muy solicitada. El trabajo de Annie ha aparecido en la revista Elle, NBC News, New York Magazine y BBC World News. Tiene un MBA por la Universidad de Oxford Brookes. Annie es también la fundadora del New York Life Coaching Institute, que ofrece un completo programa de certificación de coaching personal. Más información: https://newyorklifecoaching.com Este artículo ha sido visto 439.079 veces.
No vivas en el pasado
¿Te has preguntado alguna vez por qué parece que siempre acabas en el mismo lugar de tu vida, en las mismas situaciones o con el mismo tipo de personas? ¿Te has preguntado por qué cada vez que entras en una nueva relación resulta el mismo tipo de relación que tuviste la última vez? ¿Siempre te pones los mismos objetivos cada año, y luego sigues incumpliéndolos? ¿Te das cuenta de que siempre acabas convenciéndote a ti mismo de todo, o que siempre piensas en el peor de los casos? Sorprendentemente, lo que la mayoría de la gente no sabe es que tendemos a recrear el pasado una y otra vez, a menudo sin darnos cuenta. Alguna vez te has sentido como si estuvieras atrapado en un eterno DejaVu. ¿Te has preguntado alguna vez por qué es así, por qué nada parece cambiar?
Me parece que la mayoría de nosotros tiene una de las dos maneras de lidiar con nuestro pasado. Algunos intentamos enterrarlo, no queremos ni pensar en los errores que hemos cometido o en el dolor que hemos sufrido. Otros parecemos estar atrapados en nuestro pasado, reviviéndolo en nuestra mente día tras día. Las investigaciones demuestran que ninguno de estos escenarios es especialmente saludable para nosotros. Si lo piensas, tiene sentido. Si evitamos enfrentarnos a nuestro pasado, acabamos por no reconocer las muchas formas, a menudo limitantes, en que nuestro pasado influye en nuestro presente. Por otro lado, si vivimos en nuestro pasado, acabamos identificándonos en exceso, rumiando y dejándonos gobernar por él. Vivir en nuestro pasado nos impide vivir el presente, mientras que ignorar nuestro pasado nos hace ignorar, sin saberlo, cómo nuestro pasado está afectando a nuestro presente. Ninguna de las dos cosas es buena para nosotros. Entonces, ¿por qué lo hacemos? Principio de Anticipación
Cómo afrontar el dolor emocional
Me refiero a esos momentos en los que no podemos deshacernos del pasado. Ya sea algo pequeño, como causar una primera impresión terrible, o decir algo que desearías no haber dicho, hasta algo grande, como tener que cerrar tu negocio. Recordar las experiencias negativas es doloroso y, cuando nos aferramos a ese dolor, no podemos pasar a algo más positivo.
Sí, esas experiencias negativas que has tenido pueden servir de aprendizaje y de experiencias futuras, por muy dolorosas que sean. Tómate un tiempo para reflexionar sobre la experiencia y ver cómo puede beneficiarte en el futuro.
No dudes en desahogar el dolor que sientes. Ya sea hablando con la persona que te ha perjudicado (o a la que tú has perjudicado), desahogándote con un amigo o escribiéndolo, expresar tus sentimientos puede ayudarte a resolver lo que hay que hacer, si es que hay que hacer algo, para seguir adelante.
Y lo que es más importante, es bueno para la salud. El Dr. Edmund Bourne, autor de The Anxiety and Phobia Workbook, advierte que aferrarse a los sentimientos provoca ansiedad, depresión, dolor de cabeza e hipertensión.